miércoles, 4 de septiembre de 2013

Carolinas

Las carolinas son unos pasteles típicos de Bilbao. Tienen base de pastel de arroz y cuerpo de merengue con chocolate y yema de huevo. Son dificiles? Pues sí y no. Si se te da bien hacer merengue son fáciles. Si eres como yo y el merengue no lo tienes muy controlado... Bueno, pero que salir salen, mejor o peor, pero el sabor es muy rico. Y dulce. La receta la he sacado del blog de Biscayenne, a la que le han quedado preciosa, como todo lo que cocina.

Ingredientes para el merengue italiano:

- 3 claras de huevo
- Azúcar (mismo peso que las claras de huevo)+2 cucharadas
- 30% del azúcar en agua
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de cremor tártaro

Para decorar:
- 1 yema de huevo
- Chocolate

El merengue italiano se consigue haciendo primero un almíbar con el azúcar y el agua y añadiéndolo luego a las claras montadas.

Para montar el merengue batimos en un bol las claras con las dos cucharadas de azúcar hasta que formen picos blandos. Reservamos. Para el almíbar ponemos en un cazo el azúcar restante con el agua. Debe llegar a punto de bola blanda (118 grados si tenéis termómetro, si no a ojo como lo hago yo).

Cuando el almíbar está en ese punto se echa poco a poco sobre el merengue. Hay que echarlo en forma de hilo, muy despacio y batiendo sin para a alta velocidad. Y con cuidado de no quemarnos con el almíbar que está muy caliente. Una vez añadido todo el almíbar seguimos batiendo hasta conseguir un merengue duro y brillante.

Metemos el merengue en la manga pastelera y cubrimos los pasteles de arroz. Para que quede forma de cono dejamos la manga en vertical sobre el pastel y apretamos hasta llenar el fondo. Subimos un poco y apretamos hasta conseguir otro nivel. Y así sucesivamente hasta conseguir la altura deseada.

Mezclamos la yema de huevo con una cucharada de azúcar y removemos en el fuego hasta que el azúcar se disuelva. Echamos por encima del merengue con ayuda de una cuchara. 

Metemos al horno a 100 grados hasta que se cree costra, pero sin tostarse, unos 10 minutos.

Derretimos el chocolate y con ayuda de una cuchara vertemos sobre la carolina. Dejamos enfriar y listo!

A mi me supieron a gloria, es lo que tiene estar lejos de casa, que hay que aprender a hacer estas cositas que a veces se echan de menos cuando las tienes lejos.





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