Whole kitchen en su propuesta dulce para el mes de noviembre nos invita a preparar un clásico persa, Baklava.
Creo que la primera vez que probé el baklava fue en un viaje a Estambul con la universidad. Y me encantó. Es dulce y tiene pistachos, que mas se puede pedir? Aquí te la ponen como postre acompañando un buen té en los restaurantes persas y turcos. Básicamente es masa filo rellena de pistachos triturados bañadas en sirope de miel.
Ingredientes:
Sirope:
- 160 gr azúcar
- 220 ml agua
- 1 rama canela
- 2 cucharadas zumo limon
- 110 gr miel
Pastel:
- 12 laminas de pasta filo
- 180 gramos pistachos pelados
- 130 gr mantequilla clarificada (se puede usar mantequilla normal)
- 25 gr azucar moreno
- 1 cucharadita canela en polvo
- La ralladura de una mandarina
Cocinando:
Ponemos todos los ingredientes del sirope en un cazo a fuego fuerte y cuando se haya disuelto el azúcar lo sacamos del fuego, quitamos la rama de canela y reservamos.
Trituramos los pistachos con el azúcar moreno, la canela en polvo y la ralladura de mandarina. Reservamos.
Precalentamos el horno a 165. Con un pincel de reposteria untamos con la mantequilla una fuente de xx x xx cm y ponemos una lámina de filo encima. Untamos esta lámina con mantequilla y ponemos otra lámina encima, así hasta poner 6 láminas. Untamos la última lámina con mantequilla y esparcimos el relleno de pistachos por encima en una capa uniforme. Ponemos otra lámina de filo encima y untamos de mantequilla. Seguimos el mismo método hasta poner las 6 láminas.
Con un cuchillo afilado cortamos en triángulos. Metemos al horno durante unos 40 minutos o hasta que la pasta esté dorada. Sacamos del horno y esparcimos el sirope por toda la superficie del baklava. Dejamos enfriar por completo (yo lo tuve toda la noche), cortamos por los triángulos que habíamos marcado y servimos.